ESPIRITUALIDAD MARANA-THA

1309788jpg1970638775El Espíritu Santo, hace santos, con los que toman en serio la vida espiritual y los va transformando en otro Cristo, hasta que puedan decir como San Pablo: "Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí". El Espíritu Santo, nos une en Cristo, en un mismo carisma, para ser respuesta contemplativa, comprometida y solidaria con los pobres, los pecadores y los enfermos. El Espíritu Santo nos hace íconos de Jesús, imagen de Dios, Evangelio vivo. El Espíritu Santo, nos convierte en instrumentos de amor, utiliza nuestro corazón para que Cristo siga amando hoy; nuestras manos para que Cristo siga dando de comer a los pobres; nuestros oídos para que siga escuchando con todo el corazón las necesidades de los seres humanos; nuestros pies para llevar la Buena Noticia a los necesitados; nuestra boca para glorificar a Dios y hablar la Palabra de Dios a quien la quiera escuchar... Invocamos al Espíritu de Dios y a la Iglesia del cielo, del Purgatorio y la de la Tierra para que venga Jesús a nosotros, y nos convierta en instrumentos dóciles, en los brazos de Dios, para salir al encuentro de los seres humanos que claman por alguien que los ame, para iluminar el camino de cada uno, hasta que encuentren lo que es voluntad de Dios para ellos, y así encuentren la felicidad y puedan vivir glorificando a Dios. Todos los que participan de este sentimiento, de la necesidad de responder a los hombres de nuestro tiempo como una misión de Dios, conforman la comunidad, acogen el don de Dios y se convierten en instrumentos suyos, para continuar la obra de Jesús como en un nuevo y continuado Pentecostés. La obra que va haciendo el Espíritu Santo en cada uno que le decimos que "Si" a la venida de Jesús, nos va dando el don de vivir la comunidad, el de tomar conciencia de que Dios es nuestro verdadero Padre y que todos los injertados en Cristo, somos hermanos. Por eso con el Espíritu y la Iglesia te invitamos a decir: ¡Ven Señor Jesús! ¡Marana-tha! P. Elías Cavero Domínguez
Cabañas