"Jesús es la Luz y nos da vida porque es la Vida"

58382057226443705695140952550887666614272nCreer en Cristo Resucitado es dejar que Cristo pueda hacer con cada uno de nosotros lo que ha hecho con Adán y Eva: bajar hasta su abismo, su sepulcro de la muerte y arrancar con fuerza de este sepulcro y de este abismo a todos los que estén sujetos a la fuerza de la muerte que es el pecado, la tumba en la que cada uno se encierra y en la que encerramos a los demás. Las tumbas son los lugares oscuros que llevamos dentro y que nos hacen vivir angustiados, con miedo, con odio, con resentimientos, con enojos, con bronca, sintiendo abandonos, rechazos, iras, y así en la relación interpersonal dejamos heridas y quedamos heridos y como consecuencia las trabas se multiplican. Cuando tomo conciencia de esta realidad, me acerco a Jesús para que en un encuentro personal me sane, me libere y me santifique, es como que me hace trascender, me deja mirarme a mí mismo y a los demás con sus ojos, y ahí comienza la conversión, el cambio de mentalidad, y podemos ver que los lugares oscuros van siendo iluminados por Cristo, que es Luz. Hay lugares en donde quedan reminiscencias (de esa oscuridad), por eso hay que seguir a Jesús, para que practicando la caridad con otros, Él, con su misericordia infinita, me siga purificando y me haga reproducir sus acciones. Especialmente con las humillaciones, que dan a luz a la humildad. Y en la humildad de la Pasión de Jesús encuentre la realidad de mi ser, como hijo de Dios y también la Pasión y Resurrección en Cristo crucificado y resucitado. En el principio del tercer milenio se está librando una "gran batalla espiritual" Las tinieblas cubren gran parte de la tierra, gran parte de las naciones, gran parte de las ciudades, gran parte de los pueblos, gran parte de las familias, gran parte dentro del ser humano. San Ignacio de Loyola, en las dos banderas nos habla de la bandera de Satanás, que es la bandera de la oscuridad. El Papa Francisco lo llama "mundanidad". Vicios, alcohol, droga, compulsión al juego, sexo desordenado, comida en demasía, ansiedad, depresión, bipolaridad, odios, miedos, injusticias, mentiras, vanagloria, orgullo, deseo de poder, egoísmo, egolatría, superstición, modas perversas, envidia, esclavitudes... Y la bandera de Jesús, que es la Luz, la humildad, la realidad, el amor, las virtudes, la Cruz, el trascender, el vivir en Dios y desde Dios. Una gran batalla se libra dentro de mi ser, dentro de cada ser humano, una batalla en la que tienes que elegir y pelear desde el lado de Dios porque con Dios somos mayoría. Tú eliges, amor u odio, tristeza o alegría, muerte o vida. Jesús es la Luz, la Resurrección y la Vida, Él no resucitó para sorprender a sus opositores, ni para demostrar que tenía razón; Jesús resucitó como señal para los que lo aman y lo siguen, para enseñarles que el amor es más fuerte que la muerte. ¡Ven Señor Jesús! ¡Ven a sacarnos de nuestras tumbas! ¡Ven Señor Jesús y resucítanos! ¡Ven Señor Jesús y resucítanos! Resucita a los que están en la esclavitud del alcohol, del sexo desordenad, del juego, de la depresión, de los odios, de las broncas, de los miedos... Resucita a los que están en duelo, a los que han sufrido un accidente, a los que han perdido la esperanza... Ayúdanos a salir de toda oscuridad para vivir en la Luz, practicando la caridad, ayudando a otros que están pasando por el mismo problema. Marana-tha ¡Ven Señor Jesús! El Señor sana y libera, nos saca de las tumbas en las que estamos encerrados para vivir en la libertad de los hijos de Dios. ESTO ES LA RESURRECCIÓN. Padre Elías Cavero Domínguez. (Marzo 2016) -Foto Título: Anástasis de San Salvador de Cora, Constantinopla (1305-1320). www.familiamaranatha.com.ar
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